¡Estamos felices!
Benedicto XVI nos alienta a los dos mil millones de cristianos en el mundo a elevar oraciones y a comprometernos para superar las divisiones que aún hoy nos separan en confesiones diferentes.
Separados, en efecto, ortodoxos y católicos; separados también los anglicanos y las distintas confesiones cristianas que surgieron en la reforma protestante y se fraccionaron después.