Valle de Bravo.
Valle de Bravo
Detrás del lago duermen los montes
envueltos en brumas.
Pinos elegantes, copudos,
asustados de ver sembrados a sus pies
cientos de casitas de campo,
que son un primor.
Tejado a dos aguas,
madera y ladrillo ensamblados
en rústica elegancia,
un jardín cuidado con mano cariñosa,
veredas que llevan a la paz del espíritu.