LEVANTARSE SIEMPRE
El santo no es el que nunca cae,
sino el que siempre se levanta.
Si caer es de todos,
levantarse es de santos.
Por desgracia muchos días
me levanto de la cama,
mas no me alzo de la mediocridad,
sigo acostado en el basurero
sintiéndome identificado y a gusto
con los montones de basura
que me sirven de almohadón.