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Asistencia a la misa

Asistencia a la misa

No es difícil encontrarnos con hermanos cristianos que dicen: "Yo si creo en Dios, pero no voy a misa". Desafortunadamente esto ha ido cundiendo en nuestras comunidades, haciendo que se desvalore la celebración comunitaria en la Eucaristía dominical.

Nuestros sacerdotes

Este artículo responde a una carta que  envía el Sr. José de Jesús Rangel, donde expresa sus inquietudes sobre lo que percibe como la poca respuesta de los sacerdotes frente a los ataques que se hacen a la Iglesia.

Estimado Amigo,

Trivialización de la Santa Misa

Si algo grande, sublime y valioso ha habido en la Iglesia, considerado por todos los fieles, a lo largo de los siglos, en todos los tiempos y lugares del mundo, como un verdadero tesoro de infinito valor, este ha sido, sin duda alguna, el santo sacrificio de la misa, la sagrada eucaristía o el, así denominado, misterio pascual.

La Santa Misa y la Virgen María

En este año dedicado a la Eucaristía podemos considerar un aspecto particular del Misa: su relación con la Virgen María. La presencia de la Virgen en nuestra vida puede alcanzar su momento culminante en el sacrificio del Altar. Cada día, al bajar Cristo a las manos del sacerdote, se renueva su presencia real entre nosotros con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y con su Divinidad: El mismo Cuerpo y la misma Sangre que tomó de las entrañas de María. Santa María siempre acompaño a Jesús en un silencioso recato por la tierra de Palestina.

¿Por qué ir a Misa el domingo?

 ¿Por qué ir a Misa el domingo?     

-“¿Qué es la Misa?”, pregunté.

Pero rara vez es bien contestada por los mismos católicos.

-¿Qué es la Misa? ¿Es la palabra de Dios?

-¡No! Es mucho más que eso. No es una asamblea ni una fiesta, es la repetición del Sacrificio de Cristo en la Cruz. ¡Tiene por tanto valor infinito!  

Con frecuencia dice la gente:

-No voy a Misa si no me nace.

Le podríamos contestar: