Pasar al contenido principal

niños

Como un niño en las manos de Dios

Un niño se siente seguro cuando, a su lado, están sus papás. Puede correr, gritar, pelearse, caer al suelo. Tal vez un golpe abre una pequeña herida y la sangre se pasea por la rodilla. El niño se asusta, llora, corre a ver a su madre. Pronto un beso y un pequeño masaje, acompañado por las palabras "mi rey, no es nada", hacen desaparecen las lágrimas, y el niño vuelve a sus aventuras y su sueños.

El demonio y los niños

Perplejo y boquiabierto se queda el lector católico al constatar la osadía, irreverencia y falta de fundamento, con que los ateos e increyentes entran a saco en el depósito de la fe y hacen mofa, con espíritu liberal y superior, de las verdades reveladas por Dios, en las que ellos alardean no creer. Tal es, entre otras muchas, la existencia del demonio.

El ilustre académico y confeso ateo, Francisco Nieva, se despacha a gusto, en una extensa colaboración ( La Razón 3/10/04) sobre el tema Los niños y el demonio.

Europa sin niños

Benedicto XVI en el santuario austriaco de Maríazell ha pronunciado unas palabras autorizadas que anuncian y denuncian la situación en que nos encontramos: “Europa está falta de niños. Los europeos lo quieren todo para sí, se han vuelto egoístas, ya que 'tal vez no se fían del futuro'”. El Pontífice añadió que la tierra no tendrá futuro cuando realmente se deje de amar y cuando el rostro de Dios deje de iluminarla. 'Pero donde hay Dios hay futuro', subrayó.

Esperanza para los niños muertos sin bautizar

El tema del limbo de los niños tiene una importancia enorme, sobre todo para los millones de padres de familia que han visto morir a un hijo muy pequeño (antes o después de nacer) sin haberle podido ofrecer el don del bautismo.

La doctrina del limbo había sido elaborada, durante siglos, a partir de una serie de verdades fundamentales de la fe católica, pero con conclusiones que no parecían suficientemente claras.

“Querido Dios Padre”: una niña escribe a Dios

Antonietta Meo nació en Roma el 15 de diciembre de 1930. Muy pronto tuvo que sufrir lo indecible por culpa de un cáncer de huesos especialmente agresivo. No había cumplido 6 años cuando, el 25 de abril de 1936, le es amputada la pierna izquierda.  

Con una pierna ortopédica pudo seguir yendo a la escuela, y se preparó con la ilusión propia de todos los niños a la primera comunión. Recibió a Jesús Eucaristía en la Navidad de 1936.  

El niño que llevamos dentro

En cada adulto vive escondido un niño. Detrás de la corbata o de la blusa, detrás de las canas o de las gafas de sol, detrás de las prisas o del espejo, detrás de la mueca de tristeza o de la sonrisa entre irónica y escéptica... permanece un niño que no acaba de morir, que desea brillar con energías nuevas.

Por Los Niños

Por Los Niños

Por los niños que empiezan la vida,

por los hombres sin techo ni hogar

por los pueblos que sufren las guerras,

te ofrecemos el vino y el pan.

Pan y vino sobre el altar

son ofrendas de amor.

Pan y vino serán después

tu cuerpo y sangre Señor.

Por los hombres que viven unidos

por los hombres que buscan la paz

por los pueblos que no te conocen

te ofrecemos el vino y el pan.

Por aquellos a quienes queremos

por nosotros y nuestra amistad

por los vivos y los difuntos