Benedicto XVI en el santuario austriaco de Maríazell ha pronunciado unas palabras autorizadas que anuncian y denuncian la situación en que nos encontramos: “Europa está falta de niños. Los europeos lo quieren todo para sí, se han vuelto egoístas, ya que 'tal vez no se fían del futuro'”. El Pontífice añadió que la tierra no tendrá futuro cuando realmente se deje de amar y cuando el rostro de Dios deje de iluminarla. 'Pero donde hay Dios hay futuro', subrayó.
Estas palabras deberían constituir un motivo serio de reflexión para todos y en especial para las parejas de novios católicos, que deciden casarse por la Iglesia, no por m motivos espurios, sino por verdadera fe.
La Palabra de Dios , certeza y esperanza para los creyentes, nos dice en el salmo 128:”La herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre; son saetas en manos de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza” Millares y millares de cristianos, que nos han precedido en tiempos tan difíciles o más que los presentes, han comprobado la verdad de estas palabras. La herencia del Señor son los hijos. ¿No será que nos hemos vuelto más materialistas y egoístas como ha dicho el Papa?-¿Qué futuro nos aguarda? .