El miedo a la vida
Si digo sí -con palabras- pero muevo la cabeza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, la gente con quien esté no va a entender qué quiero decir. Si me la paso enseñando a los pequeños que no deben decir mentiras y me escuchan decirlas, se sentirán defraudados o, por lo menos, confundidos. Si hablo del respeto al medio ambiente, pero tiro basura en la calle, en las carreteras y en los bosques, con razón me expongo a ser calificado como hipócrita.