Flirteo sí, noviazgo no
Al parecer los muchachos ya no se declaran a las chicas, según dicen, ni éstas esperan pacientemente a que las conquisten. El proceso para empatarse es tan expeditivo como sacar a una chica a bailar y que ella acepte. Las chicas pasan a la ofensiva renunciando a lo que más les gusta y las eleva, ser conquistadas. Es cierto que las mujeres son las que eligen, pero ceden al hombre la satisfacción de haber logrado el “sí, quiero”. ¡Qué ingenuos!