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GAMA - Virtudes y Valores

Por qué insistimos a favor de cada hijo

No es fácil conseguir que los defensores del aborto reconozcan el error de su postura. Pero vale la pena tender la mano, una y mil veces, para ayudar, para razonar, para explicar, para defender la vida de cada hijo.

Hay en juego mucho, muchísimo. Está en juego el corazón de cada mujer que ha empezado a ser madre. Necesita apoyos concretos, manos amigas, consejos médicos. Necesita, sobre todo, abrir el corazón a Dios para reconocer en su hijo un don maravilloso, una aventura que inicia en el tiempo y que avanza hacia la eternidad.

La paciencia hace más llevadero lo que no tiene enmienda

Se pierde, se cansa, se agota, se debilita, se satura, se irrita, se quiebra, se acaba, se recobra, se sofoca, se agobia, se troncha, se restablece, se quebranta, se abruma, se termina, se encuentra, se muele, se hastía, se consuma, se rescata, se liquida, se remata, se molesta, se sufre, se desborda, se recupera, se destruye, se atosiga, se extenúa, se harta y se colma la paciencia. Si has llegado a esta línea sin que te reviente la paciencia, habrás dado un paso importante para conseguir esta virtud.

La sabiduría del pesebre: lecciones de una gruta para tiempos difíciles

2009 ha sido el año de las crisis. Según el diccionario, la crisis es una “alteración profunda en el desarrollo de procesos físicos, espirituales o sociales”. No ha sido un año fácil. Y tal vez esperamos un 2010 si no bueno, sí menos malo. Pero esta esperanza para ser fundada necesita de un aprendizaje. El inicio de la locura, decía Einstein, consiste en hacer lo mismo y esperar un resultado diferente. Tal vez un personaje navideño, de segundo plano pero importantísimo, pueda darnos la clave para este aprendizaje. 

Su sueño era matar a su padre

Tim tenía tres sueños: Salir del correccional, convertirse en jefe de una banda y matar a su padre.

 

A los tres años su madre lo ató a un poste eléctrico y se marchó para siempre. Su padre se encargaría de él. Sí, se encargaría de maltratarlo: Cuatro veces le rompió la nariz y, cuando tenía cinco años, le dio una paliza tan fuerte que lo mandó por dos años al hospital. 

 

Si esto no es cristianofobia y cristofobia, ¿qué es?

En la ciudad de Roma hay un edificio llamado Pedagogium. Se encuentra en la colina del Palatino, donde alguna vez estuvo el Palacio de los Emperadores. Sobre una pared hay un grafiti que representa a un crucifijo, con una persona hincada que reza delante de él. Debajo de la pintura hay una leyenda en griego que dice: “Alexamenos adora a su Dios”. Es la primera blasfemia “escrita” del occidente pagano. El crucificado tiene una cabeza de asno.

Hígado encebollado

Ante las débiles personalidades que hoy en día constatamos en algunos adolescentes, que se quiebran como frágiles copas de cristal frente a pequeñas adversidades, queremos proponer una posible solución que ayude a los padres de familia y a los formadores: darles de comer “hígado encebollado”… El ejemplo de una familia nos puede iluminar al respecto.

Apenas subir a la camioneta, después de que mamá les recogía de la escuela, venían las preguntas acostumbradas: “¿qué hay de comer hoy, mamá? ¿De qué es la sopa? ¿Y el postre?”

Subidas y bajadas y un poco de cemento

La vida a veces nos vapulea. Subimos, bajamos, estamos bien y al rato nos tienen que sacar del cubo de la basura. Hoy compramos un billete para ir de vacaciones a tal lugar, y mañana quisiéramos romperlo para quedarnos más tiempo con la familia o los amigos.

Nuestras decisiones tienen muchos ingredientes. Análisis fríos, emociones calientes, presiones de los de casa o en el trabajo, intuiciones y miedos: todo se mezcla y, de repente, decidimos.

El arte de enseñar los límites a los hijos

En 2003, en Suecia, una chica de nueve años e hija única, levantó una denuncia legal contra su padre después de una negativa de comprarle una muñeca. La niña puso en práctica lo que había aprendido en la escuela.

Cogió el teléfono y denunció a su padre con la acusación de haber abusado sexualmente de ella. La sentencia del jurado fue a favor de la hija y el padre fue condenado a siete años de prisión. Pocos días después del veredicto la niña sintió remordimiento y recapacitó sobre la gravedad de lo que había hecho.