El Señor es mi pastor (Salmo 22)
El Señor es mi pastor;
nada me habrá de faltar.
El Señor es mi pastor
¿qué me puede faltar?
En las verdes praderas
Él me lleva a reposar,
condúceme a las aguas del solaz
y mi alma reconforta.
Él me guía por sendas de justicia
por amor de su Nombre,
en oscura quebrada yo no temo
porque estás junto a mí,
tu cayado, la vara de tu diestra
son ellos mi confianza.
Para mí Tú dispones una mesa
frente a mis adversarios;
has ungido con óleo mi cabeza
y mi cáliz rebosa;
de bienes y de gracias gozaré
en tu casa mientras viva.
Demos gloria al Padre poderoso
a Jesús el Señor,
al Espíritu que habita en nuestras almas,
nuestro consolador
al Dios que es, que era y que vendrá
por los siglos de los siglos.