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V

Viento favorable

“Ningún viento es favorable a quien desconoce a qué puerto se dirige”, decía Séneca.

Existe el peligro de ir por la vida sin tener clara la meta, sin saber a qué puerto vamos.

Es verdad que muchas veces apuntamos hacia metas provisionales, hacia pequeñas escalas en el camino de la vida. Este año orientamos nuestro esfuerzo en terminar bien los estudios universitarios. Luego iremos en busca de un trabajo, de una casa, de un esposo o esposa, de una familia. Más adelante, trabajaremos por aquello que pueda ser mejor para los hijos.

Vivir con la muerte como hermana

Hay quienes sufren cada vez que viajan en carretera o en avión. En esos momentos se sienten sumamente frágiles, vulnerables. Basta un pinchazo en una rueda, un golpe de sueño, una avería en los motores, y cambia toda una existencia, o llega, inesperada, la temida muerte.

Estos temores pueden crear angustias patológicas, pero bien aprovechados pueden ayudarnos a recordar lo frágil que es la vida humana.

Vivir desde la esperanza

La vida de cada hombre es, simplemente, un camino de esperanza puesta en acto.

¿Qué esperamos? Esperamos terminar los estudios, encontrar trabajo, formar una familia. Esperamos la llegada de los hijos, verlos crecer sanos y buenos. Esperamos ir de vacaciones, o acoger al abuelo que viene a visitarnos, o encontrar a un amigo enfermo. Esperamos que mejore la situación de la propia nación, que terminen las guerras, que desaparezca el hambre de los niños.

Vocación y familia

Vocación y familia

Para muchos es un momento realmente difícil. El hijo, la hija, sabe que ha sido llamado por Dios. Ha sentido algo en su corazón, ha reflexionado, ha hablado con un sacerdote para pedir luz y consejo. Por fin, llega a esta sencilla conclusión: “Dios me quiere para sí, Dios me llama a servirle con una donación de toda vida en la Iglesia”.

Volver a la casa del Padre

Dios es Padre. Existimos, somos, por Él. Nuestra vida se comprende desde su amor. Nos ama como un padre, como una madre, y desea lo mejor de nuestras vidas. El lo es todo para nosotros. Cada suspiro, cada latido del corazón, prolongan su amor y su fidelidad. Existo porque Dios me ama.

Pero a veces preferimos nuestros planes, nuestro bienestar, nuestra autonomía. Nos enamoramos de un espejismo, de una nube, de un proyecto personal. Dejamos la casa del Padre, y partimos lejos.

Vacaciones de los hijos, ¿una tortura? Consejos

Vacaciones de los hijos, ¿una tortura?


Fui profesor durante 12 años de un centro escolar con primaria y secundaria. Al llegar la temporada de vacaciones, era típica esta queja de los padres de familia: “¿Qué hacemos con nuestros hijos ahora en las vacaciones? Es muy complicado tenerlos todo el día metidos en casa viendo la televisión, y peor si se van a las ‘maquinitas’ (videojuegos), porque esos lugares están llenos de vagos”.

¿Vale la pena defender la vida?

¿Vale la pena defender la vida?

Cada vez hay más legislaciones que se van decantando por la despenalización del aborto, por la promoción de medidas jurídicas que permitan la unión de personas del mismo sexo, lesionando el papel de la familia, y por la regulación de la eutanasia como derecho. Todos ellos son atentados contra la vida en su inicio, en su desarrollo o en su término natural. El panorama, muchas veces desalentador, nos hace preguntarnos con seriedad, ¿sirve de algo ir contra esa corriente que ve al ser humano como un objeto y no como un sujeto?

¿Valoramos la Misa del domingo?

¿Valoramos la Misa del domingo?

1) Para saber

En este recién comenzado Año de la Eucaristía se ha de procurar honrar a Jesús en este gran .sacramento. Una forma de hacerlo es valorar la asistencia a la Santa Misa. El Papa Juan Pablo II ha dicho que espera que todos los fieles de la Iglesia puedan acercarse este año a la Santa Misa cada domingo, si no tienen un impedimento grave. Nos puede ayudar a reflexionar el relato siguiente.