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¿Sexo por curiosidad?

Todo padre verdadero ha de adoptar a su hijo. Schiller dice que es el corazón lo que nos hace padres e hijos. Educar es tratar de sacar a flote en cada persona lo mejor de sí misma, ayudándole a liberarse de las esclavitudes que le vienen de fuera y, sobre todo, de las ataduras todavía más poderosas, que le vienen de su propio interior.   

¡Qué sabrosa salsa!

En
días pasados, en un restaurante italiano, al acercarse un joven a la
barra del buffet de pizzas, se topó con dos compañeros de la escuela,
que discutían animadamente sobre algo. Se callaron al verlo y le preguntaron si era pariente de un tal Pánfilo, o su cuñado o un simple amigo.

Como negó todas las posibilidades, volvieron a la carga con sus críticas de mal gusto.

Sócrates y el darwinismo social

Esta
primavera cumplen 2400 años de la muerte de Sócrates. En el año 399 a.
C. Sócrates aceptó la condena a muerte por parte del tribunal de la
ciudad más famosa del mundo griego, Atenas. El día fijado recibió el
veneno de su ejecución, y lo tomó como quien bebe un vaso de cerveza. A
los pocos minutos, el frío paralizó su corazón, y sus enemigos, por
fin, respiraron satisfechos...

Se ha roto el ancla

Recuerdo
a un papá que me platicaba del desconcierto provocado a su sentimiento
paterno cuando descubrió que su hijo había tenido una experiencia de
droga. Para descubrir el orígen de tan mal paso para el adolescente de
trece años, comentamos algunas cosas y salió a relucir que el joven
manejaba dinero con facilidad, pasaba demasiado tiempo por ahí suelto
sin dedicarse al estudio, llegaba a casa a la hora que le apetecía y él
mismo había elegido la escuela y el horario de clases. El papá, para

¿Sabemos aceptarnos? La niña que quería ojos azules.

Emy era una linda niña de 5 años de edad. Vivía en los Estados Unidos de América, frente al mar. Su familia era muy cristiana.
Ella amaba a su familia y admiraba los ojos azules de su padre, de su madre y de sus hermanos... Todos en la casa de Emy tenían ojos azules... Todos... menos Emy!
El sueño de Emy era tener ojos azules como el mar. ¡Cómo deseaba Emy eso!
Un día, oyó a su profesora decir que Dios responde a todas las oraciones.

¿Ser amigos de nuestros hijos?

A
menudo podemos oir frases como: Yo soy amigo de mis hijos...me cuentan
todo...salimos juntos...etcétera. Otros opinan que ellos, como padres,
no son, ni serán amigos de sus hijos: Amigos tendrán muchos, pero
padres sólo yo...los jóvenes deben reconocer que hay distancias, que
hay diferencias...y otro largo etcétera.

Su sueño era matar a su padre

Tim tenía tres sueños: Salir del correccional, convertirse en jefe de una banda y matar a su padre.

 

A los tres años su madre lo ató a un poste eléctrico y se marchó para siempre. Su padre se encargaría de él. Sí, se encargaría de maltratarlo: Cuatro veces le rompió la nariz y, cuando tenía cinco años, le dio una paliza tan fuerte que lo mandó por dos años al hospital.