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R

Reglas de oro.

Reglas de oro

Me arriesgué a seguir

aquellas dos reglas de oro:

Prioridades y un asunto a la vez.

Resultado excelente.

Ya sólo falta seguirlo siempre,

y así los anhelados frutos

serán siempre excelentes.

Todas las reglas de oro

y los propósitos mejores

tienen un desafío:

¿A que no me cumples más de una semana?

Los grandes hombres son

Rosario al atardecer.

Rosario al atardecer

El paseo por aquella terraza

me introducía en la tarde bondadosa.

Mis ojos se marchaban a las pacíficas nubes

de la tarde gloriosa:

volaban hacia losárboles con temblores de vientos,

y el alma se iba más lejos,

queriendo coger, en sus manos invisibles, la paz,

la sublime paz de Dios.

Soñaba y soñaba, creyendo que los sueños son reales,

Rompecabezas.

Rompecabezas

Fue una ilusión y una furia

acabar el rompecabezas.

Y lo acabamos.

Me tocó en suerte incrustar la última ficha

que ajustó perfectamente en el tablero.

El castillo, con sus montes cubiertos de pinos,

su lago de cristal y su cielo azul,

aparecieron ante los ojos triunfadores.

Y pensé:

-“Es hermoso acabar las tareas”.

Reconstruir una sonrisa.

Reconstruir una sonrisa

Los pensamientos negros

hacen de una vida lo que éllos son,

una negra vida.

Ahora la tarea de vivir con entusiasmo

se torna más dura,

por haber dejado a esos potros salvajes

galopar por las praderas de mi pensamiento,

demasiado tiempo.

¡Qué difícil es reconstruir una sonrisa

donde ha cicatrizado la tristeza!

Pero sí se puede.

Rumbo al sol.

Rumbo al sol

Espantado estoy

de lo que puede sucederle a un hombre,

por optimista que sea,

si se deja carcomer por sus pensamientos.

Tiempo hubo en que cultivando

las buenas ideas,

tus jardines florecieron.

La vida se tornaba dichosa y amable.

Más ahora prevalece la nube,

el gris, la monotonía.

De aquí a morir de hastío

es cuestión de años

Renovar la llama antigua.

RENOVAR LA LLAMA ANTIGUA

¿Qué renovamos en la vida?

¿Los restos de un naufragio?

¿Una promesa vieja, podrida, muerta?

Renovamos la llama antigua,

pero idéntica a sí misma,

añadiendo leña nueva

que huele a recién cortada de la montaña.

Llama antigua, perenne, con leña de hoy.

Se renueva lo que vive,

si bien, no totalmente,

La Reina del cielo

"

La Reina del Cielo

Cuando Cristo dijo desde la cruz en que estaba muriendo, "Ahí tienes a tu madre" nos hizo un regalo incomparable. Estoy seguro que ni el santo más santo habrá sabido agradecérselo debidamente. Digamos una palabra cordial, agradecida, sobre nuestra madre del cielo, nuestra Señora de Guadalupe .

Los Reyes Magos

Los Reyes Magos.

Unos Magos venidos de Oriente se presentaron un día ante el Niño Dios y le ofrecieron sus regalos: oro, incienso y mirra. Dones que se han tratado de interpretar de la siguiente forma: el oro, como a Rey; el incienso, como a Dios; y la mirra, como a Hombre.