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La Reina del Cielo
Cuando Cristo dijo desde la cruz en que estaba muriendo, "Ahí tienes a tu madre" nos hizo un regalo incomparable. Estoy seguro que ni el santo más santo habrá sabido agradecérselo debidamente. Digamos una palabra cordial, agradecida, sobre nuestra madre del cielo, nuestra Señora de Guadalupe .
Juan Pablo II, cuando nos vino a visitar, comentó esto: "Un señor de México me ha dicho que el 92% de los mexicanos son católicos pero que el 100% son Guadalupanos" Y en verdad ¿Quién no se siente Guadalupano? ¿Quién no le ha llevado flores a la Morenita del Tepeyac en alguna ocasión, por ejemplo en el mes de mayo? .
Cristo me ha dado una madre, Cristo me ha dado a su madre. Aquella que había renunciado a ser madre del Mesías y de otros posibles hijos suyos porque quería ser virgen. Pero Dios hizo que pudiera seguir siendo virgen, que fuese madre de Jesús y madre de todos los hombres.
Esa mujer es mi madre, es tu madre, aquella que supo decir a Dios un día, "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra". Aquella que estuvo el viernes santo de pie junto a la cruz de Cristo, con el corazón traspasado pero firme, y que escuchó decir a Cristo agonizante, como en un testamento "Ahí tienes a tu hijo" .
Esa es mi madre, es tu madre, la que ahora está en el cielo gozando de Dios en cuerpo y alma, y trabajando por mi salvación eterna.
Esa es mi madre, es tu madre, esa misma señora que se ha aparecido en Lourdes a Santa Bernardita, y a los tres pastorcitos de Fátima .
Esa es mi madre, es tu madre, la Morenita del Tepeyac que se apareció a Juan Diego, y cuya imagen he ido a venerar tantas veces en la Basílica de Guadalupe .
Es mi madre, es tuya también, la criatura más bella y más santa que jamás haya existido en la tierra. La más poderosa de las reinas, y la más amorosa de las madres. Esa mujer es mi madre, es tu madre, esa criatura que es la elegida por el buen gusto de Dios. Tiene ojos para mirarme y corazón para amarme .
Estoy orgulloso, casi no lo puedo creer, pero ella es mi madre y con una madre así, no tengo miedo, me siento tranquilo, pues Ella vela por mí. Esa madre me quiere decir, te quiere decir algo. "Cuando llegue el desaliento y la crisis, cuando los problemas quieran hundirte, para esos momentos cuenta conmigo, llámame, invócame, yo iré, siempre a ayudarte. Cuando creas que todo está perdido, que no tiene remedio, acuérdate de mí. Si tu supieras que para eso estoy, para darte una mano, para librarte de todos los peligros. Cuando te sientas triste, cansado, abatido, acuérdate de tu madre, acuérdate de mí" .
La madre del cielo espera mucho de ti, se fía de ti, cuenta contigo, te espera en el cielo, ahí estarán juntos para siempre. Para una madre sus hijos serán siempre como niños. Para la madre del cielo debemos ser otro tanto, aunque seamos adultos, porque ¿no puede caber el corazón de un niño, en un cuerpo de hombre? .
Unas flores, una plegaria, un regalo en el mes de mayo para Ella, para nuestra madre, hará feliz su corazón, y a nosotros nos hará muchísimo bien .
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