Recapitulación
Es bueno detenernos un poco y hacer un resumen de lo que hemos hablado hasta este momento. Espero que al mismo tiempo que has leído todos estos artículos también los hayas ido poniendo en práctica. Tú bien sabemos que lo aquí expuesto no es simplemente para contemplarse, sino para ser llevado a la práctica de cada día. Ojalá que antes de seguir adelante con este programa de crecimiento interior puedas detenerte por un momento para hacer un balance de lo ya adquirido. ¿He mejorado? ¿Reconozco en mí al hombre y la mujer que Dios quiere de mí? ¿Vislumbro ya algunas cosas buenas?