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Morir con dignidad

La muerte acompañada de grandes sufrimientos, es un acontecimiento que angustia el corazón humano, y con frecuencia los familiares del paciente se hallan ante un dilema. 

 

El derecho a la vida se precisa en el enfermo terminal como “derecho a morir con toda serenidad, con dignidad” (AAS 72, 1980, 549). Esto no designa el poder de procurarse o hacerse procurar la muerte, como tampoco el de evitarla a toda costa, sino de vivir humanamente la muerte.

  

El miedo a la vida

Si digo sí -con palabras- pero muevo la cabeza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, la gente con quien esté no va a entender qué quiero decir. Si me la paso enseñando a los pequeños que no deben decir mentiras y me escuchan decirlas, se sentirán defraudados o, por lo menos, confundidos. Si hablo del respeto al medio ambiente, pero tiro basura en la calle, en las carreteras y en los bosques, con razón me expongo a ser calificado como hipócrita.

Las malas pasiones, según relatos de Ana Catarina Emmerick

 

Ana Catarina Emmerick, la estigmatizada de Dulmen, recién beatificada por el Papa, cuenta detalles sobre la predicación de Jesús de la que aquí se hace una brevísima selección. Cuando le preguntaron a Ana Catalina qué categoría daba a sus revelaciones, ella contestó que eran como meditaciones. 

Narra el encuentro del Señor con un matrimonio al que le dice que ahora había como una muralla entre ellos y su reino; pero que la muralla se caería en cuanto ellos vencieran sus propias pasiones .

El maravilloso valor del silencio

Dentro de la enorme cantidad de actividades que podemos realizar a lo largo de nuestra vida está la de viajar. No cabe duda que hacerlo ahora puede ser infinitamente más confortable que hace apenas cien años, cuando nuestros abuelos debían someterse a verdaderas torturas, recorriendo kilómetros y kilómetros a lomo de mula o en una robusta diligencia, tragando el polvo del camino y sufriendo las inclemencias del clima. Hoy podemos dormir por aire, mar y tierra en asientos reclinables, con clima artificial y mil comodidades más...

La mansedumbre


El instinto nos lleva a devolver mal por mal. Nos encontramos en un mundo irritado, que ha perdido su sonrisa y contradice la doctrina de Jesús que dice:“Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt. 11, 29);“bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra” (Mt. 5, 4). Y muchos, sin embargo, se han esforzado por imitarle para conquistar la tierra y los corazones.

  

La mirada humana

Hay un proverbio árabe que dice: “Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación”.  

No podemos ver todo, mirar todo, no podemos oír todo. Lo que miramos influye en nuestro mundo interior. Aprender a mirar es también aprender a no mirar. Todo lo que penetra a nuestros sentidos, penetra en nuestra conciencia. La mirada limpia es importante por que, si no hay castidad y pureza no se da el amor.  

El mundo está sediento de felicidad y de paz

¡Qué
amor tan grande ha tenido Dios con usted! Le ha llamado para ser su
apóstol, descubriendo a este mundo pagano de hoy y sediento de
felicidad y de paz el misterio olvidado de Dios. Hoy es necesaria una
recristianización, volver a presentar el mensaje de Cristo y la fuerza
de su gracia con la misma pasión y con la misma sinceridad con que un
día la ofreció Él. Y para esta misión hacen falta apóstoles locos por
Jesucristo, compenetrados totalmente con sus sentimientos y criterios,