El gran pecado
No es lenguaje políticamente correcto hablar hoy de pecado. Al ser uno algo mayor, nada político y menos partidista, poco amigo de progresismos, o cambios radicales, uso las palabras y conceptos de siempre. Por pecado, que no error, entiendo la ofensa libre y voluntaria a Dios, de quien transgrede conscientemente su santa Ley o Decálogo.