Pasar al contenido principal

C

Con la voluntad a la baja

Qué feo se siente querer y no poder. Me vienen a la memoria unas palabras de Pablo de Tarso cuando declara: “hago el mal que no quiero”, y cuántas veces he de reconocer que a mi me pasa lo mismo todos los días. Triste realidad tener que reconocer que nuestra voluntad está a la baja.

Con la conciencia tranquila

Con la conciencia tranquila

Alguna vez le escribí a Ricardo Arjona unas líneas en las que analizaba su canción: “Jesús es verbo, no sustantivo”, y en mi carta hacía referencia a un refrán popular muy conocido en Polonia que dice así: “Una conciencia tranquila se puede deber a una mala memoria”. Pues bien, el tema de la conciencia es de los más actuales que podamos encontrar, y lo seguirá siendo mientras el hombre siga siendo hombre.

Con “v” de valioso

Con “v” de valioso

Seguramente que todos nos habremos encontrado con esos errores, al leer o al escuchar, que nos llevan a entender exactamente lo contrario de lo que nos estaban diciendo. Esto solemos agrandarlo cuando son los demás quienes malinterpretan lo que nosotros les decimos.

Como ríos desmadrados

Cuántas veces habremos contemplado escenas en las que se ven los desastres provocados por los ríos salidos de madre, arrasando lo que encuentran a su paso. Pues así suele suceder en la educación cuando los padres no tienen la suficiente fortaleza para encauzar a sus hijos.

Como ríos desmadrados

Cuántas veces habremos contemplado escenas en las que se ven los desastres provocados por los ríos salidos de madre, arrasando lo que encuentran a su paso. Pues así suele suceder en la educación cuando los padres no tienen la suficiente fortaleza para encauzar a sus hijos.

Como gallinas en congelador

En mi artículo de la semana pasada titulado “Lástima de colegiaturas”, escribí que a veces encontramos a jovencitas… que se exhiben como gallinas en congelador de supermercado. Y una amable señora, en tono de duda, me hace llegar un elenco de posibles acepciones sobre esta frase. Aprovecho aquí para copiarlas, pues me parece un exquisito ejemplo del ingenio femenino:

Cochino misógino

Con motivo de mi artículo de la semana pasada titulado: “Bonitas, inmaduras y borrachas” recibí dos respetuosas reclamaciones de sendas damas a las que me permití contestar tratando de aclarar mis puntos de vista. ¡Qué grato resulta intercambiar opiniones cuando se usa la razón y la educación, el respeto y la apertura de mente! Desde estas líneas les agradezco a las dos sus comentarios.

Cómo engañar a la conciencia

Dentro de un esquema aristotélico tomista, podemos afirmar que el hombre es un compuesto consubstancial constituido por un cuerpo humano y un alma humana. Materia y espíritu formando un solo ser. En el alma, a su vez, descubrimos dos potencias superiores: inteligencia, voluntad, y además unos actos a los que conocemos como los sentimientos.

Como colas de lagartijas

En una vieja y divertida película protagonizada por Fernandel y Totó y que lleva por título “La ley es la ley”, en un día de fiesta patria, el presidente municipal francés toma la palabra para decir: “Queridos miembros del gabinete: Brindemos por la prosperidad de nuestra comunidad, que hoy, como ayer y en toda circunstancia, se siente digna de su glorioso pasado. Salud”. No sé por qué pero, palabras más palabras menos, descubrimos esa capacidad de festejar o dolernos por realidades que bien a bien no le quedan claras a nadie.