Calibrando con precisión
Nuestra
conciencia se podría comparar con el dolor físico. A nadie le gusta
sentir dolor y, sin embargo, tiene una función muy importante. El dolor
nos anuncia que algo no anda bien en nuestro organismo. Supón que te
has fracturado una pierna, pero no sientes ningún dolor. Tal vez
seguirías trabajando o jugando, aunque la lesión se hiciese más grave;
tal vez el hueso soldaría por sí solo, pero en una posición incorrecta.
Del mismo modo, la conciencia nos indica que se ha producido un daño en