Ven, Espíritu Creador.
Un himno que la Iglesia canta con frecuencia: en el rezo de vísperas, en la fiesta de Pentecostés, en la dedicación de una iglesia, en la Confirmación, en la Ordenación Sacerdotal y cada vez que se quiere invocar al Espíritu Santo con solemnidad. Se atribuye a Rabanus Maurus (776-856).
Veni, Creator Spiritus, Ven, Espíritu Creador,
mentes tuorum visita, visita las almas de tus fieles,
imple superna gratia llena de gracia celestial
quae tu creasti pectora. los pechos que tu creaste.
Qui diceris Paraclitus, Te llaman Paráclito,
altissimi donum Dei, don de Dios altísimo,
fons vivus, ignis, caritas, fuente viva, fuego, amor
et spiritalis unctio. y unción espiritual.
Tu, septiformis munere, Tú, don septenario,
digitus paternae dexterae, dedo de la diestra del Padre,
Tu rite promissum Patris, por El prometido a los hombres
sermone ditans guttura. con palabras solemnes.
Accende lumen sensibus: Enciende luz a los sentidos,
infunde amorem cordibus: infunde amor en los corazones,
infirma nostri corporis y las debilidades de nuestro cuerpo
virtute firmans perpeti. conviértelas en firme fortaleza.
Hostem repellas longius, Repele largo al enemigo
pacemque dones protinus: y danos incesantemente la paz,
ductore sic te praevio para que con tu guía
vitemus omne noxium. evitemos todo mal.
Per te sciamus da Patrem, Danos a conocer al Padre,
noscamus atque Filium; danos a conocer al Hijo
Te utrisque Spiritum y a Ti, Espíritu de ambos,
credamus omni tempore. creamos todo el tiempo.
Deo Patri sit gloria, Que la gloria sea para Dios Padre,
et Filio, qui a mortuis y para el Hijo, de entre los muertos
surrexit, ac Paraclito, resucitado, y para el Paráclito,
in saeculorum saecula. por los siglos de los siglos.
Amen. Amén.