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optimismo

Vértigo y Éxtasis

En la vida podemos seguir dos procesos: el proceso de “éxtasis” y el de “vértigo”. Son dos formas opuestas de comportarnos: Una que nos construye como personas y otra que nos destruye; una que nos lleva a la felicidad, y otra que nos hunde en la desesperación; una inspirada en una actitud de generosidad y otra basada en el egoísmo.

El optimismo y el caracol

El optimismo y el caracol

 “Imaginemos un caracol, un caracol de jardín. Recorramos con la mente la espiral que decora su concha y que le sirve de casa. Pensemos en la manera en que disfruta la humedad después de la lluvia. Parecería que le entusiasma tanto como a algunos de nosotros cuando retozamos entre las olas del mar .

 En el interior de la cubierta de roca de un caracol, así como dentro del ser más admirable y amado se encierra la historia del cosmos. Conocerlos a profundidad sería entender en detalle cómo se originó el universo.

El caracol ¿es optimista o pesimista?

“Imaginemos un caracol, un caracol de jardín. Recorramos con la mente la espiral que decora su concha y que le sirve de casa. Pensemos en la manera en que disfruta la humedad después de la lluvia. Parecería que le entusiasma tanto como a algunos de nosotros cuando retozamos entre las olas del mar (...). En el interior de la cubierta de roca de un caracol, así como dentro del ser más admirable y amado se encierra la historia del cosmos. Conocerlos a profundidad sería entender en detalle cómo se originó el universo (...). El caracol lleva a cuestas su casa. ¿Y nosotros?

Aventuras automovilísticas

Lupita Treviño me contó lo siguiente: “Este pasado jueves tuve un capítulo encantador en mi vida. Un regalote divino, definitivamente. Le di un pequeño alcance a un coche, conducido por una dama maravillosa, de edad similar a la mía. Bueno, digamos que fue un choque entre damas, pero ella que era, digamos, la víctima, con una altura moral que no olvidaré. Sé que yo no hubiera reaccionado así -desde el otro lugar- con tanta dulzura y tranquilidad.

La historia de un chino sabio

La historia de un chino sabio

¿Sabemos aprovechar las adversidades?

1. Para saber

    Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo: “¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo”.

    “¿Por qué le llamas desgracia? –respondió el padre– veremos lo que trae el tiempo...”