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Amistad

Belleza del amor humano

El amor no es un tema más. Es el más importante para la vida humana. La aspiración más profunda y la experiencia más gozosa es la de amar y ser amado. También es lo que más se echa en falta y lo que más duele cuando no sale bien.

El amor humano posee una gran belleza y guarda promesas grandes. El auténtico amor no se queda sólo en el arrebato pasional, que es pasajero, sino que llega a descubrir a la persona, y ese amor se convierte en dar y darse.  

Apostolado personal

Hay muchas obras de misericordia materiales y espirituales. La principal obra de misericordia espiritual se resume en hacer apostolado: en preocuparnos porque los demás se acerquen a Dios. Lo que hace más perfecta a una persona es su amor a Dios; no es fácil saber quién ama más a Dios, pero si sabemos que la perfección humana es la perfección en el amor. Dios ha querido hacernos colaboradores suyos. La caridad de Cristo nos urge, dice San Pablo.

Angelus y Regina coeli

Todos los días, en algún lugar del mundo dan las doce –por el movimiento de rotación de la tierra-  y se reza el Angelus sucesivamente. Al rezar esta oración centrada en la encarnación del Verbo, nos sumergimos en la contemplación del misterio de Cristo. 

La costumbre de contemplar el anuncio del ángel Gabriel a María de Nazaret (Lc. I, 26-38) influyó en las comunidades cristianas de los primeros siglos en la comprensión del misterio de la encarnación. Dan fe de ello las aportaciones de los Padres, tanto orientales como occidentales. 

Ángeles y Arcángeles

Se entiende por ángeles los seres personales de naturaleza invisible creador por Dios, inteligentes, que colaboran como mensajeros en el ejercicio de la Providencia en la Historia de la Salvación. Entre sus características están las siguientes:  

Son superiores a los hombres (Salmo 8).

Ven a Dios de continuo (Mateo, cap. 18)

Son custodios de los hombres (Salmo 90)

Son espíritus puros (Salmo 102).

Satanás se transfigura en ángel de luz (2ª Ep. Corintios II)  

Acercar a la gente a Dios

El Concilio Vaticano II es el concilio de nuestro tiempo y uno de los más importantes de nuestra historia. Es convocado por el Papa Juan XXIII. Cuando a Juan XXIII le preguntaron: ¿Por qué hacer un concilio? Su respuesta fue profética:

—“Porque necesitamos abrir una ventana. Necesitamos aire fresco”.

 

No se trataba de sancionar doctrinas o condenar errores. Se trataba de una renovación de la vida de la Iglesia, de tener un diálogo con el mundo. No se trataba de hacer diagnósticos deprimentes sino de dar remedios alentadores y mensajes de esperanza.

Vértigo y Éxtasis

En la vida podemos seguir dos procesos: el proceso de “éxtasis” y el de “vértigo”. Son dos formas opuestas de comportarnos: Una que nos construye como personas y otra que nos destruye; una que nos lleva a la felicidad, y otra que nos hunde en la desesperación; una inspirada en una actitud de generosidad y otra basada en el egoísmo.

Los celos me matan

Muy buenas tardes Rebeca, le escribo ya que llevo horas buscando información sobre los celos en internet y este artículo suyo: "Los celos revelan una inseguridad interior",  me ha logrado llegar y explica muy bien lo que siento, pues creo que estoy muy consciente de mi problema, que soy muy celosa y que desearía no serlo o al menos mejorarlo, por favor recomiéndeme un libro o  déme un consejo, me siento muy mal y no quiero sentirme mas así. Gracias. Amparo a

¿Qué es la secularidad?

La palabra secularidad viene de la palabra saeculum, siglo. El Diccionario de la Lengua Española dice: secular es que vive en el siglo, a diferencia del que vive en clausura.  

La Iglesia como comunidad está constituida fundamentalmente por los laicos, los cristianos comunes que viven en el mundo sin ser mundanos. Los cristianos que viven en presencia de Dios envueltos en las riquezas de su amor que les sostiene y les da la vida, pueden y deben anunciar y extender el Reino de Dios.  

Madre, en la difícil aventura de la vida.

Toda la naturaleza se ha vestido de colores y el sol brilla en todo su esplendor como deseando agasajar a María, quisiera hacerme partícipe de esta celebración dejándoles a través de estas letras unos pensamientos que les ayuden a amar y a querer más íntimamente a María, a esa Mujer excepcional que Dios nos ha regalado para que sea nuestra abogada, intercesora, compañera, guía y, sobre todo, Madre en la difícil aventura de nuestra vida.

M e d i t a c i ó n