El amor de Dios
"Cuan equivocados estamos al pensar que dejamos de enamorarnos cuando envejecemos, sin saber que envejecemos cuando dejamos de enamorarnos", escribió García Márquez.
Jesús iba a visitar a sus amigos, a sanar y a predicar por propia iniciativa. No podemos olvidar que antes que la nuestra está la iniciativa de Dios. Él es el que sale a nuestro encuentro. Considerar su iniciativa por cada uno de nosotros. Ante cualquier cosa que nos pasa se compadece. El amor de Dios se llama misericordia porque yo tengo miserias. La Cruz es el amor de Dios que no puede más.