Alegría en el noviazgo
El ser humano recibe la vida como un don y como una tarea. Está dotado para realizar múltiples actividades y para forjar una personalidad propia. Puede tener buenas o malas amistades que dan lugar a “encuentros” profundos o superficiales.
La sexualidad no es un juguete que podamos tomar o dejar a nuestro gusto. En cuanto entramos en su radio de acción, quedamos sometidos en buena medida a sus leyes implacables.