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El Señor es mi pastor (Salmo 22)

El Señor es mi pastor (Salmo 22)

El Señor es mi pastor;
nada me habrá de faltar.

El Señor es mi pastor
¿qué me puede faltar?
En las verdes praderas
Él me lleva a reposar,
condúceme a las aguas del solaz
y mi alma reconforta.

Él me guía por sendas de justicia
por amor de su Nombre,
en oscura quebrada yo no temo
porque estás junto a mí,
tu cayado, la vara de tu diestra
son ellos mi confianza.

Para mí Tú dispones una mesa
frente a mis adversarios;
has ungido con óleo mi cabeza
y mi cáliz rebosa;
de bienes y de gracias gozaré
en tu casa mientras viva.

El buen pastor y el mercenario

 
Carta Abierta a los Señores Curas Muy Señores Míos:

Permítanme que les hable con toda franqueza, de sacerdote a sacerdote y de pastor a pastor.

Admiro la entrega de muchos de ustedes, su celo apostólico, su espíritu de sacrificio y la aceptación serena de su soledad e incomprensión de parte de muchos.

Pero al mismo tiempo no logro entender cierto desaliento y falta de visión con relación a nuestras masas católicas, que se sienten como desamparadas ante el acoso constante de los lobos rapaces.