1) Para saber
En esta Cuaresma, sobre todo en la Semana Santa, algunos aprovechan para salir a pasear. Es lógico que si se transportan en un vehículo, cuiden que esté en buenas condiciones para no tener ningún contratiempo. Pues bien, a continuación presentamos diez instrucciones para estar en buenas condiciones estos días y aprovecharlos al máximo.
1) Llena el depósito de tu corazón. La Palabra del Señor te llenará del combustible necesario para seguir caminando. El te empujará y te guiará, incluso, por los caminos más insospechados por ti. Leer cada día los santos Evangelios proporcionan buen combustible.
2) Reajusta los frenos. Hay que poner freno a los desórdenes que nos sacan del camino. Las piezas que no encajan en tu forma de actuar, juzgar o vivir habrá que acortarlas o desecharlas.
3) No olvides el código de circulación de todo buen cristiano: los mandamientos. Con ellos aprenderás a hacer el bien a los demás, sin olvidar el trato amoroso con Dios que es la fuente de inspiración de la bondad.
4) Agarra con firmeza el volante de tu vida. No dejes que te manipulen. Que nada ni nadie te desvíe del camino de la fe. Cuando tengas que parar, para. Cuando tengas que acelerar, acelera. Pero, ¡nunca dejes que otros agarren el timón de tu vida por ti!
5) Incluye en el maletero lo imprescindible. No demasiado, para no ir sobrecargados de las cosas materiales que impiden una buena marcha para llegar a feliz término. Lo esencial no es lo mucho, sino aquello necesario para ser feliz.
6) Limpia el parabrisas de tu mirada. Cuida no ensuciar la mirada. Las imágenes que nos sacuden todos los días nos hacen tener una visión demasiado pesimista y sensual del mundo.
7) Cuando se dificulte alguna subida o haya alguna dificultad, ¡no te desesperes! Ofrece esa penitencia, ese sacrificio, por tantas personas que no tienen posibilidades ni cuentan con tantos medios como tú. Y sigue el camino sin abandonarlo.
8) No dejes de lado el alimento que no puede faltar: la Eucaristía. Con ella sabrás disfrutar y dar valor al domingo. Sin ella, tu viaje por la vida no tendrá sentido. Ayuna en cambio de toda palabra hiriente, envidia o juicio crítico.
9) Lleva de copiloto al Señor. Pídele que nunca te falte su asistencia en tus decisiones, problemas e inquietudes. No olvides que Dios nunca te abandona. Él te enseñara a contemplar desde la ventana el paisaje, la vida, el sol, la familia, la Iglesia. No dejes de agradecer por el camino de la vida tantos dones de Dios.
10) Finalmente, cuando sientas el cansancio, detén el motor un momento. Apaga el motor de tus agobios y de tus obligaciones. No es bueno ir deprisa ni preocuparse demasiado. Reza a Dios. Hazle sabedor de que Él, te puede llenar de oxígeno y de vida, de paz y de fortaleza. La oración cargará de energía las baterías. Y, por cierto, se encuentra gratis en el silencio.
Por ello en estos días se sugiere una revisión más profunda, hacer un retiro o ejercicios espirituales. San Josemaría Escrivá nos aconseja: En días de retiro tu examen debe tener más hondura y más extensión que el tiempo habitual. –Si no, pierdes una gran ocasión de rectificar. Y acaba siempre tu examen con un acto de Amor –dolor de Amor–: por ti, por todos los pecados de los hombres... –Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases (Camino 245-246).