Josmar y los fanatismos
Era el día 9 del mes 9 del año 09. Era la fecha perfecta para dar un aviso profético. Y José Mar Flores Pereyra escogió el secuestro del vuelo 576 de Aeroméxico, que viajaba de Cancún a la Ciudad de México. El aeropirata resultó ser un pastor evangélico boliviano que, regenerado de las drogas, ahora se dedica anunciar su fe. Puso en jaque al Consejo de Seguridad Nacional, y logró un impacto mediático gigante. Pero a las que también secuestró y dañó fue a las religiones.