Padre Mario Arroyo Martínez
Hoy tuve la alegría de tener entre mis brazos a una niña recién nacida, cinco días tenía en el mundo, fuera de su madre esa preciosa criatura; sus padres adoptivos le pondrán “Victoria Daniela”, es decir “ViDa”. Han esperado con ansia el momento y por fin hoy por la tarde les fue entregada.
Sería pretensioso querer sintetizar el riquísimo contenido magisterial del mensaje de Benedicto XVI en su reciente viaje a los Estados Unidos. Incluso hacer una presentación exhaustiva de su discurso ante la ONU va más allá de lo que ambiciona este breve espacio editorial. Más bien pretendo espigar algunos párrafos de su discurso a la ONU, en el contexto de los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre -que se cumplen este año-, que me parecen especialmente relevantes en el presente contexto cultural.