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placer

Sexo, poder y lágrimas

La vida sexual sin freno ni responsabilidad no es cosa de nuestros tiempos. Desde Adán y Eva la inclinación a las pasiones carnales y a sentirnos como dioses la llevamos dentro.

Cuántos ejemplos de la antigüedad nos revelan esa lucha continua del hombre por controlar su apetito sexual o dejarse llevar por él.

Por algo decía Platón que el cuerpo nos complica un poco la existencia a los seres humanos. Y para explicarlo mejor el maestro de Aristóteles contaba el mito de los dos caballos.

La felicidad no consiste en el frenesí, sino en la armonía

La verdadera felicidad no consiste en la tensión absoluta, ni en la estabilidad absoluta, sino el armonía entre ambas cosas’.

Hemos sido habituados a la idea de que sólo en las sensaciones -en Brasil diríamos en la “torcida”- se encuentra la felicidad. La palabra “torcida” es tomada aquí como sinónimo de agitación, de frenesí. ‘Cuando no se tiene esto en la vida, la persona se juzga infeliz. De hecho, es un infeliz, pero por otra razón: por haber perdido la noción de la verdadera felicidad’.

Sí al amor; no a los amoríos

Sí al amor; no a los amoríos

Miguel de Cervantes decía:

“es de vidrio la mujer,

pero no se ha de probar

si se puede o no quebrar,

      porque todo podría ser”

—Fulanita, dame una prueba de amor-, dijo un joven.

— Si te casas conmigo no te doy una prueba, sino muchas. Si me amas, sabrás esperar a que estemos preparados para casarnos.

— Es que quiero saber si nos acoplamos, responde el joven.

La verdad del amor

La verdad del amor está en la unidad. Estoy unido a lo que amo. Amar es formar uno con el amado. Esto implica sacrificio, pero este sacrificio no es vivido como tal, pues todo lo que se ama es también de uno mismo.

La gran mentira

La gran mentira de nuestro tiempo es que los condones y la “educación sexual” son la respuesta al problema del embarazo adolescente y el modo de evitar las enfermedades de transmisión sexual. Por el contrario, la “educación sexual” que se pretende impartir es parte del problema, y no parte de la solución.

¿Existe el “derecho” al placer?

Los libros de Educación Sexual ¿Existe el “derecho” al placer?

  Se habla mucho de los “derechos del niño y del adolescente,” y se le dice a la adolescente que tiene derecho al placer. ¿Qué pasa cuando el ser humano se deja llevar nada más por lo placentero? Hay una ruptura total de su continuidad; no hay una personalidad fija. No se puede uno fiar de quien sólo busca el placer como único valor pues esa persona será voluble, dependerá de las circunstancias.

Derecho al placer

En el programa de Ciencias Uno para Secundaria –en la parte de Comentarios y sugerencias- se habla del “derecho al placer”. Vuelven a poner en el candelero un tema ya superado. Es un invento que la ONU quiso introducir en la Conferencia de Población Cairo+5 en la Haya , pero no se aceptó. En esa conferencia un joven –asesorado por personal de la ONU- dijo: “Los jóvenes tenemos derecho al placer sexual”.

La jerarquía de valores

En una nota anterior, comentábamos que el concepto de jerarquía de valores es crucial. Esto es así, por varias razones. Primero, porque tomamos decisiones de acuerdo a la jerarquía que le damos a nuestros valores. Además, al conocer el modo como jerarquizamos los valores, nos conocemos nosotros mismos más a fondo. Finalmente, si hablamos de los valores de un pueblo, el mexicano, por ejemplo, cuando conocemos la jerarquía de valores de la población, conocemos el alma de la cultura nacional. Vamos a explorar estos puntos.