¿Alejamos o acercamos a Cristo?
Sabemos que Cristo es el centro de los corazones, la plena realización del hombre, el Salvador del mundo, el Amigo que anhelamos desde lo más profundo de nuestro ser.
Sabemos, además, que millones de seres humanos buscan, de modo casi errático, otras aguas, otros “salvadores”, otras esperanzas. Pero no encuentran la verdad, no consiguen la paz, porque están lejos de Cristo.