Hacia
Hacia el encuentro con la Vida
Desde que nacemos, toda nuestra vida es un continuo frenesí. Primero, la velocidad de un embrión, de un feto, que crece y crece con energías insospechadas. Luego, las inquietudes de un bebé, sus lloros, su sonrisa, sus sueños y sus pataleos. Llegan en seguida los primeros pasos, la aventura de un idioma, el descubrir mil cosas nuevas, el continuo “probar” con la boca a qué sabe cada clavo, pedazo de madera o juguete de plástico. Luego, el deseo de mayor libertad, los coscorrones, el inicio del parvulario...
Hacia la imagen verdadera
Cada ser humano camina junto a una imagen o varias imágenes: la imagen que cada uno tiene de sí mismo, las imágenes que los demás tienen de uno mismo.