Pasar al contenido principal

prójimo

No tengo Tiempo

NO TENGO TIEMPO

 

Hasta luego, Señor, excúsame,

no tengo tiempo.

Volveré a pasar, no puedo esperar,

no tengo tiempo.

Termino esta carta porque

no tengo tiempo...

Me hubiera gustado ayudarlos pero

no tengo tiempo.

Imposible aceptar,

me falta tiempo.

No puedo reflexionar, no puedo leer,

me veo desbordado,

no tengo tiempo.

Me gustaría rezar,

pero no tengo tiempo.

(...)

Esta noche, Señor,

no te pido el tiempo de hacer esto,

y aquello y lo de más allá,

Derechos y Deberes

¡Exijo mis derechos! ¡Tengo mis derechos! ¡Respeten mis derechos! Bien, muy bien. En una sociedad que empieza a salir de la etapa predemocrática, no solo es de esperarse que esas frases se escuchen con frecuencia, sino que es sano y bueno que todos los ciudadanos estemos muy pendientes de cuales son nuestros derechos y si se están respetando como debe ser. Por otro lado, no escucha uno frases como: ¡Respete mis deberes! ¡No interfieran con mis deberes! ¡No estorbe el cumplimiento de mis deberes!

Los dardos venenosos ¿Qué tanto me importan los demás?

Los dardos venenosos

¿Qué tanto me importan los demás?

1) Para saber

Una joven chica llamada Sally, relata una experiencia que tuvo en unas de sus clases, dada por su profesor, el Dr. Smith, a quien conocían por sus lecciones objetivas. Un día Sally llegó a clases y pensó que sería un día divertido, pues en la pared estaba un blanco grande, y en una mesa estaban muchos dardos.