Ese respetillo
Alguna vez escuché que, a mediados del siglo pasado, un escritor francés se dedicó, con gran éxito, a escribir libros para los jóvenes. Me parece algo admirable. Escribir sobre cosas serias y conseguir que los muchachos se interesen en ello es un auténtico logro, sobre todo en una época en la que los mismos adultos, incluyendo a muchos ancianos, están curtidos de inmadurez.