Pasar al contenido principal

Padre Fernando Pascual L.C.

¿Sobran embriones?

Sobra basura, sobran plátanos, sobran hormigas, y, según algunos "sobran embriones".

Decir que "sobran" plátanos significa que podemos tirar o regalar esos plátanos que están "de más". Decir que sobran hormigas significa que, según nosotros, son demasiadas las hormigas que corren por nuestros campos y ciudades, y podemos no tener remordimientos de conciencia si cada día matamos cientos de ellas mientras paseamos por la calle.

¿Sirve una ley contra el aborto?

 Que ha habido siempre robos y crímenes no es noticia. Que se han sucedido numerosas leyes y normativas para evitarlos tampoco lo es. Y es menos noticia el que, a pesar de todo el aparato legal elaborado durante siglos de historia de muchos pueblos y culturas, siguen habiendo robos, crímenes, violaciones, trampas y otras muchas formas de abuso y de injusticia.

Ser o no ser viable: ¿es esa la cuestión?

Poner fronteras puede llevar a pensar que lo que se encuentra a un lado de la frontera es distinto de lo que se encuentra al otro lado.

En el mundo moderno hay personas interesadas en establecer fronteras para indicar que existen distintos tipos de embriones y fetos. Unos serían “viables” al estar bien desarrollados, al ser sanos. Otros serían “no viables”, porque todavía son muy pequeños o porque tienen defectos o enfermedades más o menos graves.

Rostros rechazados

Cada rostro nos habla, nos interpela, nos revela algo de la vida y del corazón de un ser humano. Rostros de niños, de jóvenes, de personas adultas, de ancianos: rostros distintos, llenos de riqueza y de misterios.

Hay “rostros”, sin embargo, casi invisibles. El rostro de un feto en el seno de su madre, el rostro de un pobre del que se rehúye la mirada, el rostro de un asesino que provoca desprecio a su alrededor.

¿Qué vemos cuando vemos un embrión?

Hay realidades profundas que no se ven con el microscopio ni con los ojos de la carne, que no se descubren con los números ni con la báscula.

A un racista puedes enseñarle que este niño de otra piel tiene un DNA humano, está dotado de cabeza, tronco y extremidades, respira, come y usa un lenguaje significativo, y puede darte la mano en señal de amistad. Todos estos datos no serán suficientes para el racista: necesita algo más para descubrir que ese niño es un ser humano digno de respeto.

¿Productos de la concepción?

Los niños acaban de salir de la escuela. Corren, en grupos desorganizados, hacia el parque. En un instante organizan sus juegos, en medio de un griterío lleno de entusiasmo.

Juanito, Sandra, Pepe, Alfonso, Felipe, Jimena, Marifer, corren entre los árboles, saltan en los jardines. Cada uno se identifica por un nombre, un mote, y unos apellidos. Cada uno tiene una historia, una vida maravillosa, el cariño de sus padres. Cada uno fue un día (¿dejó alguna vez de serlo?) producto de una concepción.

Por una ecología más humana

“La defensa del ambiente es una exigencia casi universal. Ante la contaminación del aire o de los ríos, ante la desaparición de especies de animales y plantas, ante las amenazas de cambios climáticos ocasionados por el hombre, hace falta una mobilización general para conseguir un mundo más sano, más respetado, más hermoso.

Pero existe en no pocos ecologismos un grave peligro: la falta de fundamentos, o, peor aún, el aceptar fundamentos erróneos e inhumanos.