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jóvenes

Flirteo sí, noviazgo no

Al parecer los muchachos ya no se declaran a las chicas, según dicen, ni éstas esperan pacientemente a que las conquisten. El proceso para empatarse es tan expeditivo como sacar a una chica a bailar y que ella acepte. Las chicas pasan a la ofensiva renunciando a lo que más les gusta y las eleva, ser conquistadas. Es cierto que las mujeres son las que eligen, pero ceden al hombre la satisfacción de haber logrado el “sí, quiero”. ¡Qué ingenuos!

El noviazgo enserio

El noviazgo en serio

 El noviazgo es una etapa de preparación para el matrimonio en la que, de mutuo acuerdo, un hombre y una mujer, inician una relación exclusiva, que puede terminar en el enamoramiento.

Es una etapa que pasa de la mera simpatía o del simple “gustarse” a una nueva relación de mayor conocimiento, donde se debe de investigar si hay una identificación moral y espiritual, o si no hay tal compatibilidad.

El narcisimo de los jóvenes

El narcisimo de los jóvenes

Los adultos han hecho de todo para que no les falte nada a sus hijos,
inducen a los jóvenes a que crean que tienen que satisfacer cada uno de sus deseos, confundiéndolos con la necesidad.
¿Es educativa esa manera de proceder?, ¿qué tipo de personalidad deseamos formar?

Jóvenes... y sacerdotes

¿Todavía hay jóvenes que deciden ser sacerdotes? La pregunta es legítima, porque sorprende encontrarse con jóvenes que deciden seguir la vocación sacerdotal.

La respuesta, gracias a Dios, es afirmativa: sí, todavía hay jóvenes que desean ser sacerdotes. Porque el hombre sigue siendo hombre, a pesar de tantos progresos y de tanta técnica. Porque hay pecados que perdonar, porque hay corazones hambrientos de esperanza, porque hay miserias materiales y espirituales, porque la vida humana no termina cuando se apagan nuestras neuronas.

Pobres jóvenes

“Mira, ese es el árbol del que te hablé. Muy cerca de aquí nos conocimos y en el tronco del árbol gravó con su navaja un corazón y nuestros nombres. Aquí pasamos momentos felices e interminables. Aquí contemplábamos los atardeceres y donde él me declaró su amor… ¡jamás pensé que aquello pudiera terminar! Fue aquí también donde me dijo, con lágrimas en los ojos, que lo nuestro había terminado… Todo ello son recuerdos imborrables para mí…, y pensar que desde entonces ya ha pasado una semana…!”.

Adultos con corazones jóvenes

Adultos con corazones jóvenes

El P. Mario volvía alegre cuando le tocaba reunirse con los jóvenes de la parroquia. En cambio, su rostro era mucho más austero los días en que daba conferencias para adultos.

El padre abad lo había notado, y quería hablar con aquel sacerdote joven y lleno de entusiasmo.

Una tarde de otoño encontró la ocasión. El P. Mario estaba en el jardín, con un libro entre sus manos y la mirada reflexiva.

-Buenas tardes, P. Mario. ¿Cómo te fue esta semana?

Los jóvenes y Jesucristo

Los jóvenes y Jesucristo

Me pareció algo increíble al escucharlo por la radio. Más tarde leí la noticia en la prensa y quedé sobrecogido e impresionado. No era para menos. En una encuesta a unos 2500 jóvenes europeos,-ingleses en su mayoría, de 16 a 24 años, sobre los personajes que más admiraban, entre los primeros puestos, sólo figuraban deportistas y artistas guapos.