Conversión
Mucho hablar de solidaridad y bien común y los comportamientos son cada vez más egoístas y provincianos. En España hemos desplazado a Dios de las leyes, de la vida social y hasta, en muchos casos ,de la vida familiar y personal. Ahora comprobamos con desilusión que no hay Dios que nos ponga de acuerdo en casi nada. La vida actual, en muchos aspectos del ámbito político, social, económico, se está convirtiendo en otra Babel, donde cada uno va a lo suyo, sin entenderse con los demás .Apenas hay quien busca el bien general y la unidad. Tantas cabezas, tantos pareceres.