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GAMA - Virtudes y Valores

Ateos y creyentes en diálogo

Ateos y creyentes en diálogo

Puede parecer difícil conseguir un diálogo provechoso y cordial entre ateos y creyentes. Pero es posible, porque tenemos una común humanidad y porque en muchos ateos y en muchos creyentes hay un deseo sincero de ayudar a los otros.

Esos son los presupuestos fundamentales para construir puentes. Reconocer que algo nos une, que tenemos un corazón humano y una mente que piensa, es un paso necesario para que el diálogo se haga realidad.

¿Vale la pena defender la vida?

¿Vale la pena defender la vida?

Cada vez hay más legislaciones que se van decantando por la despenalización del aborto, por la promoción de medidas jurídicas que permitan la unión de personas del mismo sexo, lesionando el papel de la familia, y por la regulación de la eutanasia como derecho. Todos ellos son atentados contra la vida en su inicio, en su desarrollo o en su término natural. El panorama, muchas veces desalentador, nos hace preguntarnos con seriedad, ¿sirve de algo ir contra esa corriente que ve al ser humano como un objeto y no como un sujeto?

Parejas del mismo sexo, ¿tienen derecho a unos hijos?

Parejas del mismo sexo, ¿tienen derecho a unos hijos?

Jorge Enrique Mújica  

jem@arcol.org

“Mi mayor preocupación es que se está ignorando a los niños en el debate actual sobre matrimonios entre personas del mismo sexo”. Es una declaración de Dawn Stefanowicz, una mujer que a sus cuarenta años sigue cargando con el recuerdo de una infancia marcada por la homosexualidad activa de su padre. 

7 consejos para un matrimonio maduro

1.    El matrimonio es para amar. Y amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es donación. La medida del amor es la capacidad de sacrificio. La medida del amor es amar sin medida. Quien no sabe morir, no sabe amar. No olvides: amar ya es recompensa en sí. Amar es buscar el bien del otro: cuanto más grande el bien, mayor el amor. Los hijos son la plenitud del amor matrimonial.

Sonidos del silencio

Qué bien suena tu voz en el silencio.

Qué lucidez, qué dulzura, que clara.

Remanso de quietud,

invitación a la reflexión,

elocuente decir insinuado,

siempre velado, siempre velado.

Cómo impresiona tu silencio, Señor;

silencio de entrega,

silencio de espera,

silencio de Dios.

Cuánto provecho causa tu silencio…

Vienen a la mente las victorias vividas,

las derrotas sufridas,

las vigilias cansadas,

las alegrías encausadas,

los triunfos conseguidos…

Recuento

Al elevarte en mis manos de barro

perdí mi vista en la suma blancura.

No eran mis ojos quienes veían,

aquel milagro llamado Eucaristía,

era mi alma,¡oh luz!

miel en mi boca y

júbilo que has disipado mis dudas.

Me ha pesado la cruz

pero nunca me han faltado fuerzas;

mi compañero, aliento y fortaleza

cada albor en mis manos te prolongas

en nuevo Belén y nuevo Calvario;

y ese don es para mí

la espera pasiva

del ocaso y del alba.

Ya hace tiempo que a Ti me uní