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Padre Llucià Pou Sabaté

La Madre Teresa de Calcuta y el amor a los hermanos

La Madre Teresa de Calcuta y el amor a los hermanos 

Un día le dijo un señor a la Madre Teresa de Calcuta: - El trabajo que tú haces, yo no lo haría ni por todo el oro del mundo”. A lo que Teresa de Calcuta le respondió: “ -Yo tampoco: tomamos fuerza de la adoración a Jesús Sacramentado”. Esta anécdota se cuenta tanto de la Madre como de alguna de sus hijas, y expresa un hecho: la entrega por amor, sin condiciones, que da felicidad.

La paz florece de las lágrimas

La paz florece de las lágrimas

"La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa...", decía Erasmo de Rotterdam. Y aunque hay siempre el “derecho de legítima defensa” del que tanto se habla en estos días, no es menos cierto que no hay que hacer daño a gente inocente. El que hace violencia injusta a un pueblo no deja a este pueblo amigo, y si no se hace con absoluta justicia este pueblo oprimido se sentirá humillado, y luego levantará la cabeza contra el agresor: el oprimido siempre levantará la cabeza, y entonces volverá su furor contra el agresor.

La tentación de no amar

La tentación de no amar

“Fue un amor tan profundo que en un segundo me acaparó. No sabía que existiera un sentimiento así... lo vi y todo mi mundo anterior se derrumbó... Supe entonces que él formaba parte de mi destino”. Así habla Corinne, en una entrevista. Y cuando le preguntan: “- ¿Cuándo pasó el amor?” Responde: “me fui porque me estaba volviendo loca, nuestros mundos no eran conciliables…”