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V

Voluntades secuestradas

Según nos dice la filosofía, cada ser humano puede sentir, puede pensar, puede decidir, puede amar. Tiene sentimientos, inteligencia y voluntad.

Tiene voluntad... y a veces no la usa. O la deja congelada, o permite que se encuentre secuestrada. Como le ocurrió al rey Théoden, uno de los personajes de la trilogía de Tolkien, “El señor de los anillos”.

Verdaderamente sí hay verdades

Es fácil escribir, decir, defender, que la verdad no existe. Tan fácil como decir que no hay sol, o que las estrellas son imaginaciones humanas.

Las palabras lo soportan todo, como ya explicaron Platón y Aristóteles. Uno puede decir o escribir que no existe una casa mientras la miran sus ojos, o que lo blanco es negro, o que el amor es odio, o que la mentira vale más que mil verdades.

Verdaderamente sí hay verdades

Es fácil escribir, decir, defender, que la verdad no existe. Tan fácil como decir que no hay sol, o que las estrellas son imaginaciones humanas.

Las palabras lo soportan todo, como ya explicaron Platón y Aristóteles. Uno puede decir o escribir que no existe una casa mientras la miran sus ojos, o que lo blanco es negro, o que el amor es odio, o que la mentira vale más que mil verdades.

Valgo mucho más de lo que visto

Las modas esclavizan, mucho más de lo que pensamos. Especialmente a los adolescentes y los jóvenes, que son muy vulnerables a las risas y los comentarios que reciben, que buscan aplausos y apoyos entre amigos y conocidos.

Las modas han llevado a excesos en los vestidos, en los perfumes, en los piercings, en los tatuajes. Excesos a veces peligrosos para la misma salud, como en el caso del piercing dentro de la boca.

¿Venceremos o vencimos?

¿Venceremos o vencimos?

Hay cristianos que viven de modo heroico. En medio de un ambiente hostil, con una extraña sensación de ser distintos, casi como fósiles de un pasado moribundo, mantienen una fe ardiente y vigorosa. A pesar de críticas, incomprensiones, abandonos, traiciones.

Vacaciones ¿con o sin Dios?

Vacaciones ¿con o sin Dios?

El bañador, las gafas de sol, una novela de intriga, una revista de crucigramas, algo de ropa (no mucha), desodorante, colonia... Todo entra en la maleta, antes de salir, por fin, de vacaciones.

Todo... Bueno, algo tiene que quedarse en casa. Miramos a la estantería y salta, ante nuestros ojos, una Biblia. ¿La llevamos? Una voz nos susurra: "pesa mucho, además, vas de vacaciones, para disfrutar y descansar, que te lo mereces..."

Viernes Quinta Semana De Cuaresma

Jr 29, 10-13

Jn 10, 31-42

Ante el testimonio que Jesucristo le ofrece, ante el testimonio por el cual Él dice de sí mismo: “Soy Hijo de Dios”, ante el testimonio que le marca como Redentor y Salvador, el cristiano debe tener fe. La fe se convierte para nosotros en una actitud de vida ante las diversas situaciones de nuestra existencia; pero sobre todo, la fe se convierte para nosotros en una luz interior que empieza a regir y a orientar todos nuestros comportamientos.

¿Vale la pena vivir?

No siempre estamos de humor para elucubraciones filosóficas, ni con ánimo para pelear contra quienes, según nosotros, están equivocados. Hay días en los que quizás amanecemos románticos, y al terminarse las horas de la jornada sólo deseamos relajarnos para pernoctar en sosiego. Sin embrago, vale la pena preguntarnos cuándo fue la última vez que pensamos sobre el sentido de la vida.

La Verdadera Felicidad

La Verdadera Felicidad

Hoy celebramos el nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios. Y yo me pregunto si ya hemos sido capaces de reflexionar sobre lo que verdaderamente significa tener una “Feliz Navidad”.

Si fuéramos a una comunidad marginada y viéramos cómo pasan la Navidad muchas personas, seguramente diríamos: “Pobre gente, no tienen nada para poder pasar una Feliz Navidad”. ¿Creo yo que tener una Feliz Navidad necesariamente significa tener comida, bebida, música, luces de colores y a toda mi familia alrededor?