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Es urgente lanzarnos

Nuestra
vida de cristianos se ha convertido en una marcha en la que corremos en
la noche del mundo llevando encendida una sonrisa, una fe, una
seguridad. Esa antorcha que empuñamos se debe convertir para los demás
no sólo en una hermosa claridad cerca de la cual vean, sino en un reto
y en una valiente invitación. No podemos quedarnos cómodamente cogidos
a ella, hace falta salir corriendo para llevarla a muchos que no han
visto la luz, hace falta llevarla y poner a Cristo en donde sólo hay

La unidad

“Vivían unidos y todo lo tenían en común...” (Hch 2, 44)

Cuando queremos vivir como auténticos discípulos de Jesús volvemos los ojos hacia los primeros cristianos, ya sea en los Evangelios o en los Hechos de los Apóstoles. Su ejemplo nos alienta aunque a veces parece sobrepasar nuestra realidad. A mí me tocó vivir un episodio que parecería sacado de los Hechos de los Apóstoles en un pueblo al sur de la ciudad de México.

Úsese y tírese

Muchas veces nos hemos pasado el tiempo viendo la televisión. Una tarde sosegada en la que parecía que nada me perturbaría he jugado al nuevo deporte del “zapping” que así le llaman en lengua inglesa y que aún no conoce vocablo propio en la lengua de Cervantes. Huérfanos de tal palabra, estamos haciendo el zapping ante un arsenal de cincuenta canales que la tecnología permite en algunos países. Cincuenta diversas posibilidades para aprender, para disfrutar o simplemente para descansar.

Urgen cristianos comprometidos

Lo que quiero decir, en pocas palabras, es que el mundo y la Iglesia están urgidos de cristianos militantes. Y la formación y el lanzamiento de cristianos militantes es una de las principales aspiraciones del Movimiento Regnum Christi. ¿Qué quiere decir cristiano militante? Quiere decir hombres que buscan vivir su fe activamente, informando de acuerdo a la misma todas las manifestaciones de su vida personal, familiar y social.

La unica fuerza capaz de superar nuestro egoismo

¿Quiere usted poner un remedio eficaz en la raíz del mal? El planteamiento es sencillo, aunque la realización compromete toda la vida: puesto que el hombre nada hace que no arranque de sí mismo y retorne a sí como en un sistema planetario cerrado, necesita una fuerza que supere esta inercia gravitacional que le aprisiona, es decir, debe buscar otro centro en torno al cual gire su vida. Y la única fuerza capaz de trascender su mundo cerrado es CRISTO, ideal de la humanidad, potencia salvadora, modelo y amigo íntimo.

Mi única ilusión

Usted
sabe que Jesucristo me ha robado el corazón, que Él es mi única
ilusión, que por Él he entregado la honra, el reposo y cuanto gusto
natural tengo y que también está en sus manos mi pobre, mi
insignificante, mi miserable vida para cuando él quiera disponer de
ella; la muerte, la destrucción de mi ser, la derrota más profunda y
definitiva de la materia, su desintegración y su vuelta a la nada;
¡todo eso lo acepto bien gustoso con tal de acatar su santísima

Un no para un sí

El no al aborto es un sí a la vida, al amor, a la alegría, a la paz, a la justicia.

No nos dejemos engañar: decir que existe un derecho al aborto, insistir en que se trata de un problema de “salud pública”, defender que las mujeres pueden decidir con total libertad qué hacer con el hijo que ya existe, es lo mismo que promover una gran mentira, defender un atentado sumamente grave al derecho, atacar lo más bello que hay en el corazón humano: la capacidad de amar sin límites.