Es urgente lanzarnos
Nuestra
vida de cristianos se ha convertido en una marcha en la que corremos en
la noche del mundo llevando encendida una sonrisa, una fe, una
seguridad. Esa antorcha que empuñamos se debe convertir para los demás
no sólo en una hermosa claridad cerca de la cual vean, sino en un reto
y en una valiente invitación. No podemos quedarnos cómodamente cogidos
a ella, hace falta salir corriendo para llevarla a muchos que no han
visto la luz, hace falta llevarla y poner a Cristo en donde sólo hay