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Tu voz de madre

Tu voz de Madre aún se escucha, María
pidiendo el vino del amor
a tu hijo, el salvador,
ese vino que hoy está repartido,
por los lagares del mundo
en cada hombre que espera.

Ven hoy, María,
el Señor está contigo
y juntos nos queremos alegrar,
y que hoy el vino sea
la juventud del alma,
la luz de nuestro caminar.

La tempestad

¿Quién es éste
que ordena incluso al viento
y las olas le obedecen?

¿Quién es éste
que sana a los leprosos,
los llena de alegría?

¿Quién es éste
que cura a los enfermos,
devuelve la salud?

¡Es Jesús, es mi Señor,
mi Maestro y Salvador! (bis)

¿Quién es éste
siempre caminante
sin dinero y sin bastón?

¿Quién es éste
que lleva al mundo entero
cargado sobre sí?

¡Es Jesús, es mi Señor,
mi Maestro y Salvador!

Ten Piedad Señor

Ten piedad, Señor de nosotros

el Espíritu de Dios está sobre mí.

Me ha enviado con buenas noticias

para sanar corazones heridos

y anunciar nuestra liberación

y a los presos la vuelta a la luz.

Ten piedad, Señor de nosotros,

danos consuelo y tu felicidad. 

Ten Piedad De Mi

Ten Piedad De Mi

Ten piedad de mí, oh Dios,

conforme a tu misericordia,

conforme a la multitud de tus piedades,

borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad

y límpiame de mis pecados. (bis)

Tú eres mi Dios

Tú eres mi Dios 
  

Tú eres mi Dios,
sólo Tú mi alegría
ampárame, oh Señor.  (bis)

Se alegra mi alma y corazón
y mi cuerpo descansa seguro
pues Tú no me dejas por muerto
y no me abandonas a la  fosa.

Tú eres mi Dios, mi Señor
mi gozo se encuentra en Ti
Tú eres mi único bien
nada se compara a Ti.

Tú, Señor eres mi todo
Tú me colmas de bendiciones
mi vida está en tus manos
hermosa es la herencia que me toca.

Te alabo

Aún en la tormenta,
aún cuando arrecia el mar;
te alabo, te alabo en verdad.

Aún lejos de los míos,
aún en mi soledad;
te alabo, te alabo en verdad.
 
Pues sólo a Ti te tengo, Señor
pues Tú eres mi heredad;
te alabo, te alabo en verdad (bis).
 
Aún en la tormenta,
aún cuando arrecia el mar;
te alabo, te alabo en verdad.
Aún sin muchas palabras,
aunque no sé alabar;
te alabo, te alabo en verdad.

Pues sólo a Ti te tengo...

Tú, mi hermano

Porque tuve hambre, porque tuve sed
y me diste pan, y agua de beber.
Porque anduve solo y me viniste a ver,
un poco de cielo pude conocer.

Porque andaba triste, cansado y con frío
y me diste alegre tu calor de amigo.
Porque me sanaste cuando estuve herido,
yo sentí en tus manos las de Jesucristo.

Yo te digo eres mi hermano,
tú porque supiste amar.
No es tiempo perdido
tiempo que se da,
no es tiempo perdido
tiempo que se da.

Taller de Nazareth

En el taller de Nazareth,
pequeño y pobre taller,
en su labor está José
y el niño quiere aprender.

Trabaja y canta
la esposa del carpintero,
y el mundo entero
sonríe y canta también.

En el taller de Nazareth,
pequeño y pobre taller,
silencio, paz, amor y fe,
Jesús, María y José.

Trabaja....

En el taller de Nazareth,
pequeño y pobre taller,
verás a Dios, jugar, crecer,
orar y obedecer.

Trabaja...