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Sanctus

Sanctus

Sanctus, Sanctus, Sanctus,                           Santo, Santo, Santo
Dominus Deus Sabaoth.                               es el Señor Dios del universo.
Pleni sunt caeli et terra gloria tua.                  Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Sabiduría de Dios

        Sabiduría de Dios

        Señor, delante de tí, el mundo entero es como un grano
        de arena en la balanza, como una gota de rocío mañanero,
        que cae sobre la tierra.

Oración de suplica a Dios

Oración
de súplica a Dios

Ayúdame, Señor de mi
vida,

a que no sea en vano

mi paso por este mundo.

Ayúdame, Señor de mis días,

a que no sea un castigo

para mi prójimo.

Ayúdame, Señor de mis horas,

a que no esté atado

a mi propio yo.

Ayúdame, Señor de mi alma,

a que no esté ausente

allí donde me necesitan.

Amén.

La Soledad

La Soledad

"Estaba la Madre dolorosa,
junto a la Cruz y lloraba
mientras el Hijo moría.
Su alma triste y amorosa,
traspasaba dolorosa
una espada de agonía.

¡Cuán triste y afligida
se vio la madre querida
de tantos tormentos llena!.

Cuando ante sí contemplaba
y con firmeza aceptaba
del Hijo amado la pena.

¿Y cuál hombre no llorara
si a la Virgen contemplara
sumergida en tal dolor?

¿Y quién no se entristeciera,
si así, Madre, te sintiera
sujeta a tanto rigor?

A la Señora de todos los pueblos

 A la Señora de todos los pueblos

Señor Jesucristo,
Hijo del Padre,
manda ahora Tu Espíritu sobre la tierra.
Haz que el Espíritu Santo habite
en el corazón de todos los pueblos,
para que sean preservados de la corrupción,
de las calamidades y de la guerra.
Que la Señora de todos los Pueblos,
que un día era María,
sea nuestra Abogada.
Amén

Señor,

Señor,

que nos has llamado a la familia del Carmelo

para servir con total dedicación a nuestros hermanos

e ir anticipando tu Reino entre nosotros,

nos dirigimos a tí con una angustia parecida a la de Abraham

que se veía cercano a la muerte  sin dejar a nadie detrás de sí.

Suscita entre los jóvenes vocaciones

que nos releven en nuestra misión dentro de la Iglesia,

dinamizando, renovando y encarnando nuestro carisma, don tuyo,

en las circunstancias cambiantes de la historia.

¡Oh, Señor Jesús!

¡Oh, Señor Jesús!

Oh Señor Jesús,
a tu Sagrado Corazón
confío esta intención____________.
Solo mírame,
entonces has conmigo
lo que tu Corazón indique.

Deja que tu Sagrado Corazón decida...
Yo confío en ti...
Me abandono en tu Misericordia,
Señor Jesús! Ella no me fallará.

Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.

Sagrado Corazón de Jesús,
creo en tu amor por mi.

Sagrado Corazón de Jesús,
que venga tu Reino.

Al Sagrado Corazón

Al Sagrado Corazón

Oh, Sagrado Corazón de Jesús, te adoro en la unidad indivisible de la
Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Todo lo que pertenece a la
Persona divina, por lo mismo, pertenece a Jesús y debe ser adorado en
este mismo y único culto que rendimos a Jesús. Él no tomó la
naturaleza humana como algo que fuera distinto y separado de Él, sino
la hace simple, absoluta y eternamente suya, de forma que esta
naturaleza sea incluida, por nosotros, en la misma idea de su nombre.

Saber educar nuestras reacciones

Dos historias distintas

1) Para saber

En el actuar humano, ante ciertos estímulos negativos, se dan ciertas reacciones inmediatas, casi automáticas. Son reacciones primeras. Por ejemplo, cuando ante un dolor o golpe, la persona grita o dice una mal palabra. Aunque muchas veces no comportan maldad moral grave al no ser plenamente voluntarias, es posible ir educando esas reacciones y llegar a tener un dominio sobre ellas.