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Secuencia al Espíritu Santo

Secuencia al Espíritu Santo

 

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndidos.
Fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo.
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas,
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
Si tu le faltas por dentro;

Señor nuestro Jesucristo...

Señor nuestro Jesucristo...

 

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre, en unidad con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

 

Amén.

Señor, que premias los méritos de los justos

Señor, que premias los méritos de los justos

 

Señor Dios, que premias los méritos de los justos y concedes el perdón a los pecadores que se arrepienten y hacen penitencia, escucha benignamente nuestras súplicas y, por la humilde confesión de nuestras culpas, otórganos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Amén.

Señor, Padre Santo 2

Señor, Padre santo...

Señor, Padre santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que, tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la revelación de su gloria. Por nuestro señor Jesucristo tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

 

Amén.

Señor Dios, que nos proporcionas abundantemente los auxilios...

Señor Dios, que nos proporcionas abundantemente los auxilios...

 

Señor Dios, que nos proporcionas abundantemente los auxilios que necesita nuestra, fragilidad, haz que recibamos con alegría la redención que nos otorgas y que la manifestemos a los demás con nuestra propia vida.  Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, quién contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

Señor Dios...

Señor Dios...

Señor, Dios, que por el amor inefable que nos tienes nos enriqueces con toda clase de bendiciones, concédenos pasar de nuestras antiguas faltas a una vida nueva, para prepararnos convenientemente a la gloria del reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Amén.

Señor, atiende nuestas súplicas

Señor, atiende nuestas súplicas

Señor, atiende a nuestras súplicas y concédenos tu protección, ya que hemos puesto toda nuestra esperanza en tu misericordia; purifícanos de toda mancha de pecado y haz que nos mantengamos en una vida santa, para que lleguemos a recibir la herencia que nos tienes prometida.  Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

 

Amén.