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Lléname de paz

Lléname de paz

María, madre de Dios, Madre mía, Reina de la Paz,
pide a tu hijo Jesús me conceda el don de la Paz.
Ora por mí para obtener Paz, paz en mi corazón,
paz en mi mente y alma, paz en mi familia,
paz con todos aquellos que encuentro en mi camino,
la paz de Jesús.

Jesús, mi Señor y Salvador, mi hermano,
Rey de la paz, acudo a Tí con María, Reina de la Paz,
para pedirte humildemente el don del Paz.
Derrama sobre mí tu Espíritu Santo de la Paz.

El llamado

El llamado

Hace tiempo Tú, Señor, en gran silencio
escuchaste mis anhelos y proyectos.
Mi camino lo creía definido,
muy segura avanzaba yo sin Ti.

Pero un día Tú rompiste el silencio,
tu palabra mis proyectos cuestionó.
Me dijiste: Dame espacio en tu vida,
muchos planes he pensado para ti.

Habla Señor, dime Tú lo que has pensado,
necesito de tu voz y parecer.
He tratado de hacer sólo mi vida
y hoy quiero fundarla en tu querer.

Me expresaste: Un apóstol yo te haré y en tu boca mi palabra yo pondré.
Tú serás del perdido la esperanza,

La llave del corazón

La llave del corazón

Ha sido un esfuerzo inútil. Una y otra vez hemos explicado un punto de la doctrina de la Iglesia. La respuesta ha sido siempre la misma: rechazo, búsqueda de nuevas refutaciones, evasión, incluso críticas directas contra el Papa, los obispos, los sacerdotes, contra nosotros mismos.

Quizá fuimos un poco ingenuos. Creíamos que bastaba con explicar, con exponer, con citar documentos para que el otro pudiese llegar a ver y creer lo que nosotros vemos y creemos.

El llamado en la Pesca Milagrosa

El Llamado en la Pesca Milagrosa

"En aquél tiempo la gente se apretaba alrededor de Jesús para escuchar la palabra de Dios, a la orilla del lago de Genezaret. Vio dos barcas amarradas a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado a lavar las redes. Subió a una de las barcas que era la de Simón y le pidió que la apartara un poco de la orilla: se sentó en la barca y empezó a enseñar a la muchedumbre. 

En llamas.

En llamas

Lo mejor que pude y supe

les dí el retiro.

Al intentar calentar,

yo mismo me fui abrasando,

con el paso de los minutos.

Y pensar que, tiempo atrás,

era yo una luciérnaga,

un niño asustado,

Pero yo también escuché,

como Lázaro, un día,

la potente voz del Nazareno:

-“Sal fuera”,

y hoy camino por las calles,

de retiro en retiro,

de confesión en confesión,

La llegada del dolor físico

La llegada del dolor físico 

1. CRISTO IRRADIA SALUD.

Según el testimonio unánime de los Evangelios, Jesús fue un hombre de gran capacidad emprendedora, resistente a la fatiga y realmente robusto Es un rasgo que le diferencia de otros célebres fundadores de religiones. Cuando Mahoma desplegó el estandarte de profeta, era un enfermo, de herencia sobrecargada y con el sistema nervioso en desequilibrio. Buda estaba psíquicamente deshecho y agotado cuando se retiró del mundo.