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Humildad, Sinceridad y Verdad
Si me preguntáis qué es lo más esencial en la religión y en la disciplina de Jesucristo —escribió San Agustín—, os responderé: lo primero es la humildad, lo segundo, la humildad, y lo tercero, la humildad (Epístola 118, 22). Y esto es así porque la humildad es la morada de la caridad (De sancta virginitate 51). Entonces, para ser mejores instrumentos en las manos de Dios, hemos de fomentar la humildad.
Háblanos de amor
Me disponía a dar una clase a unas chicas de 14 y 15 años y les pregunté qué tema les interesaba:
-¡Háblanos del amor!-, exclamó una.
-Y del noviazgo-, dijo otra.
-Y ¿por qué no debo ver escenas de desnudo?-, preguntó la más pequeña.
A lo que contesté brevemente:
-Porque te deforman el sentido del amor y eso te haría infeliz.
Háblanos del amor
Me disponía a dar una clase a unas chicas de 14 y 15 años y les pregunté qué tema les interesaba:
-¡Háblanos del amor!-, exclamó una.
-Y del noviazgo-, dijo otra.
-Y ¿por qué no debo ver escenas de desnudo?-, preguntó la más pequeña.
A lo que contesté brevemente:
-Porque te deforman el sentido del amor y eso te haría infeliz.