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E

Oración de la entrega

    Oración de la entrega 

        Padre, me pongo en tus manos.

        Haz de mí lo que quieras,

        sea lo que sea, te doy las gracias.

        Estoy dispuesto a todo,

        lo acepto todo con tal que tu voluntad

        se cumpla en mí y en todas tus criaturas.

Envíanos locos

Envíanos locos
 

¡Oh Dios!, envíanos locos,

de los que se comprometen a fondo,

de los que se olvidan de sí mismos,

de los que aman con algo más que con palabras,

de los que entregan su vida de verdad

y hasta el fin.

 

Danos locos,

chiflados,

apasionados,

hombres capaces de dar el salto

hacia la inseguridad,

hacia la incertidumbre sorprendente

de la pobreza;

danos locos,

que acepten diluirse en la masa

Ven Espiritu de amor

Ven Espiritu de amor

Amor divino, lazo sagrado que unes al Padre omnipotente y a su

bienaventurado Hijo, todopoderoso Espíritu consolador, dulcísimo

consolador de los afligidos, penetra con tu soberana virtud lo más

profundo de mi corazón; que tu presencia amiga llene de alegría, por

el brillo deslumbrante de tu luz, los rincones oscuros de mi morada

abandonada; ven a fecundar con la riqueza de tu rocío lo que ha

marchitado una larga sequía.

Desgarra, con un dardo de tu amor, el secreto de mi desorientado ser

Ven, Espíritu Creador

Ven, Espíritu Creador. 

Un himno que la Iglesia canta con frecuencia: en el rezo de vísperas, en la fiesta de Pentecostés, en la dedicación de una iglesia, en la Confirmación, en la Ordenación Sacerdotal y cada vez que se quiere invocar al Espíritu Santo con solemnidad. Se atribuye a Rabanus Maurus (776-856). 

Veni, Creator Spiritus,                        Ven, Espíritu Creador,

El Espíritu Santo

El Espíritu Santo
 

 
 

Pentecostés

Meditación    La Palabra de Dios

Oración propia de la Novena

Consagración

Por los Siete Dones del Espíritu Santo

Oración Corta
 
 

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Meditación

El Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad, es Dios. Verdadero Dios como lo son el Padre y el Hijo. Es el Amor del Padre y el Hijo.

Espíritu Santo 4

Espíritu Santo

Espíritu Santo,
eres el alma de mi alma.
Te adoro humildemente.
Ilumíname, fortifícame,
guíame, consuélame.
Y en cuanto corresponde al plan
el eterno Padre Dios
revélame tus deseos.
Dame a conocer
lo que el Amor eterno desea de mí
Dame a conocer lo que debo realizar.
Dame a conocer lo que debo sufrir.
Dame a conocer lo que, silencioso,
con modestia y en oración,
debo aceptar, cargar y soportar.
Sí, Espíritu Santo,

Entre tus manos Señor, está mi vida.

Entre tus manos Señor, está mi vida.

 
 

En tus manos, Señor, pongo mi vida
con todas sus angustias y dolores;
que en ti florezcan frescos mis amores
y que halle apoyo en ti mi fe caída.

Quiero ser como cera derretida
que moldean tus dedos creadores;
y morar para siempre sin temores
de tu costado en la sangrienta herida.

Vivir tu muerte y tus dolores grandes,
disfrutar tus delicias verdaderas
y seguir el camino por donde andes.