¿Quiere usted ver de modo gráfico lo que significa el Espíritu Santo en una personalidad? Repase en el Evangelio lo que era Pedro antes de Pentecostés; coja luego los Hechos y siga el comportamiento de Pedro a partir de la venida del Espíritu Santo. De manera simplista podemos decir que en nuestra vida cristiana y apostólica sin el Espíritu Santo, nada; con el Espíritu Santo, todo.