Formación integral
Si son piadosos nos parece poco.
Si son grandes apóstoles es insuficiente.
Si descuellan por sus valores humanos
aún no basta.
Se requiere una formación entera.
Todo el hombre:
la inteligencia, el corazón, la voluntad,
sin excluir los sentimientos y pasiones,
pasados por el taller del orfebre.
Así deben ser los hombres de Dios,
los que nos deben guiar
a la cumbre de la existencia humana,
y a la vida eterna.