Fiesta de la Ascensión
La Ascensión
clava nuestra esperanza
de forma inviolada
en nuestra propia felicidad eterna.
Así como Jesús el carpintero
ha subido con su cuerpo eternizado
a la patria de los justos,
así el mío y el tuyo
y el de todos los fieles subirá,
para nunca bajar,
para quedarse para siempre allí.
Llegar al cielo:
esa es mi meta, esa es mi cima.