Fe milagrosa
Siempre que tuve fe
como un grano de mostaza,
se realizaron las cosas.
Debo aplicar esta fe curativa
a mis enfermedades del cuerpo y del alma,
lanzarla como catapulta contra mis temores
hasta pulverizarlos.
Quiero sorpresas, revoluciones dentro de mi
y a mi alrededor;
aplastar mis pensamientos viejos
con el mazo de mi nueva fe.
La fe mueve montañas,
pero solo las que uno se atreve a mover.